El Sol, el mar , la brisa y la música que acompaña, que más se puede pedir?
Beverly y Laia , establecidos en Bélgica, se conocieron en Cambrils, y aquí volvieron para celebrar su unión, esta vez con la pequeña Mía , fruto de su amor.
Cuando los caminos están predestinados a cruzarse no importa el lugar ni el momento, únicamente el destino.
Os deseamos toda la felicidad del mundo que seguro tendréis porque sois una pequeña gran familia.